El cantante comienza gira por España en octubre por su nuevo disco ‘Paraíso 39’ y con la cita más importante de toda su carrera el 17 de noviembre en el WiZink
Con la mochila vacía, pero con su propia esencia como premisa. Así es como Juancho Marqués (Sevilla, 1987) se enfrenta al futuro tras el éxito de su quinto álbum, ‘Paraíso 39’, siendo su proyecto más maduro y arduo con una exploración de nuevos sonidos y géneros que logran su “propia versión mejorada”. El disco, que fue grabado en una casa de Viveiro durante la pandemia, ofrece un retrato íntimo y honesto sobre la etapa actual del artista con un “punto de revisión al pasado”. El grupo Suite Soprano le posicionó como rapero, pero el cantante demuestra en este nuevo trabajo que hace ya tiempo que se mueve bajo su propia estela como uno de los mejores cantantes y letristas del panorama urbano.
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Pregunta: ‘Paraíso 39’ está siendo todo un éxito, tienes una próxima gira nacional y se avecina el concierto más grande de tu carrera en el WiZink… ¿Cómo estás viviendo esta etapa?
Juancho Marqués: No lo estoy viviendo muy diferente a otras, porque todo ha sucedido paso a paso. Intento crecer para poder hacer una propuesta artística más interesante, pero no tengo una especie de euforia especial. Tengo ganas de darle a la gente algo diferente, porque, en ese sentido, sí que somos inconformistas. Llevo muchos años dedicándome a esto, por eso me gusta que la gente que me ha acompañado en este proceso disfrute de un show diferente y que a la gente que no nos conozca, le enganchemos por nuestra forma de hacer las cosas.
Pregunta: ¿Qué lleva Juancho en la mochila a la hora de sentarse a componer el nuevo disco en esa casita de la calle Paraíso 39 en plena pandemia?
J.M: Lo que llevo últimamente es nada, que justamente esa es la diferencia. En los últimos años busco el ir ‘virgen’ al estudio, el ser esclavo del momento. De hecho, todas las sesiones del disco y las últimas que he hecho son todas escritas al instante, incluso llego a escribir dos o tres canciones en el mismo día. Así que la mochila la llevo vacía, así luego te caben más cosas para traértelas de vuelta.
Pregunta: En tus colaboraciones sueles contar con tu círculo. ¿Se esperan nuevas con otros artistas?
J.M: Ahora voy a sacar ‘Summer Series 2023’ y dos de las colaboraciones son gente que no conocía hasta ahora, pero que me gustan como cantan. Siempre que puedo y descubro a alguien que me gusta, intento llevarlo a mi terreno. Tiene hasta un toque más bonito y romántico. Poder aportarle a alguien, igual que lo hicieron conmigo otras personas.
Pregunta: Algo que vemos por ejemplo con la colaboración en el nuevo disco con Iván Ferreiro.
J.M: Trabajar con él fue un privilegio y aprendizaje brutal. Nos llevamos bastante años, pero desde el primer momento sentimos que era de los nuestros. La primera noche me quedé hablando con él hasta las seis y pico de la madrugada sobre la vida. Eso es lo que hace que conectes en una canción. Da igual el estilo del que vengas, da igual que pertenezcamos a distintas generaciones… Si tienes esa facilidad de conversar tantas horas con una persona el primer día que la conoces, hacer una canción es lo más fácil.
Pregunta: A nivel letrístico, tanto a lo largo de tu carrera como en este disco, te acompañan varias referencias culturales grecolatinas e internacionales, ¿de dónde nace esa inspiración?
J.M: Ya en Sociología había aspectos de la historia que me gustaban. Siempre he tenido inquietudes políticas y gusto por la cultura clásica. Era algo que estaba ahí, pero que no había desarrollado. Lo que pasa es que desde hace unos años para dormir descubrí los podcast. Nació intentando comprender el conflicto de Cataluña y España, pensando por qué la gente discute por esto y por qué la gente se mata por símbolos. Me interesaba saber el origen de esto. Lo que vemos al final es la punta del iceberg. Me puse a escuchar cómo se había formado la idea de España desde la época de los romanos y las guerras púnicas. Escribir sobre ello es una forma de contarlo, casi que te lo recuerdas a ti mismo y no olvidas lo que has escuchado.
Pregunta: En el nuevo disco se puede ver como exploras nuevos estilos y sonidos. ¿Te encuentras en un proceso de cierto desmarque del rap de forma intencionada?
J.M: Este disco si no hubiese sido en pandemia, hubiese sido un disco de rap. Nunca he buscado desmarcarme del rap ni compararme con los demás, lo que he buscado es probarme en todos los espacios posibles desde 2016. Llevaba un tiempo queriendo volver al origen, pero vino la pandemia, nos juntamos en esta casa y vino la gente que quiso. Y al final, surgió lo que la gente quiso aportar. No pensamos en hacer un tema de rap, de indie, de folklore… Cada uno aportaba lo que quería y salían canciones y ya está.
Pregunta: Entonces, ¿vuelve tu etapa rapera?
J.M: Sí. Tengo ganas de volver a lo que fui, pero con todo ese camino recorrido, que creo que al final tendrá la esencia de siempre, pero con un sonido diferente y con otro tipo de composición. Creo que puede ser una versión mejorada. Después del Summer Series, voy a sacar canciones de este estilo con el título ‘Canciones sin videoclip’.
Pregunta: Los temas fueron grabados en la pandemia. ¿Cuál es el que más refleja al Juancho de ahora?
J.M: Quizá el de ‘Tú que ves en mí’, porque creo que resume la etapa en la que estoy. Esa canción fue de las últimas lanzadas y la hice justo por eso, para hablar de donde me situo. Ese punto de revisión del pasado, de ver lo que hice mal, lo que hice bien tanto a nivel musical como personal. Esa es la canción resumen de la etapa que estoy viviendo.
Pregunta: Dices en este single: «He aprendido por contraste, observándome a mí mismo en otro tiempo»…
J.M: Justo. De hecho, la canción sigue con «ocupando los momentos en hacer mi parte, intentando mantenerme en movimiento». Se trata de intentar moverme en nuevos espacios con nuevas personas, con la mochila vacía y entregarte a lo que el arte te quiera dar. El arte no tiene por qué resolver una necesidad, pero sí genera interrogantes. Cuando hago canciones, eso es lo que pretendo, que a ti te haga preguntarte algo.
Pregunta: En ‘Los ojos del nativo’ aparece la figura de un antiguo actor que se repite en ‘Tú que ves en mí’, ¿qué historia hay detrás de este disco?
J.M: La idea principal es algo que no conseguí en este disco. Se trataba de que, a través de ‘Los ojos del nativo’, hubiese diferentes personajes y que, en los siguientes videoclips, se desarrollase su historia. En la práctica, solo pude desarrollarlo con esta persona, porque con el resto me fue imposible. Fue una lucha que me llevó por el camino de la amargura, porque me retrasó dos años el proyecto.
A Víctor, el personaje del videoclip, le conocí en el rodaje y tenía una historia muy curiosa. Había sido actor cuando era joven y no había vuelto a actuar desde entonces. Al traerle de nuevo a la actuación, conseguimos hacer una parte de ficción, realidad.
Pregunta: De hecho, este single ha sido tu propuesta más arriesgada, ¿cómo la definirías?
J.M:’Los ojos del nativo’ representa un ciclo de vida donde se pone en valor la esencia que tenemos de niños, la transformación en la adolescencia y como en la etapa de la madurez buscamos reconectar con el niño que perdiste. Dentro de ese camino, quería mostrar diferentes personajes y culturas. Que nos une y que nos diferencia, porque al final no somos tan diferentes, aunque nuestro propio etnocentrismo nos haga pensar que sí.
Pregunta: Este disco es el más extenso que has realizado con 16 temas y un single ‘Los ojos del nativo’ que dura casi diez minutos. ¿Cómo vives el tiempo como artista en una época donde todo es inmediato?
J.M: A veces incluso dudas de la propuesta, porque para seguir haciendo música dependes de que las cosas funcionen. Si sacas un formato que no funciona tanto es jodido. Tengo la suerte, al menos hasta ahora, de poder hacer lo que me da la gana. Hoy en día que se publican 100.000 canciones en Spotify al día y la gente consume casi el 80% de la música por TikTok, sacar este tipo de proyectos es tirarse piedras sobre tu propio tejado, pero creo que se pueden hacer las dos cosas. Cuando saco un álbum trato que diga algo más, que sea más conceptual.
Muchas veces ves un hilo de gente más ‘mainstream’ donde dicen: “un artista” ha hecho esto por “esta referencia” y desde casa piensas: “están sacando punta a nada”. Si la gente supiese la cantidad de matices que le damos y por qué hacemos las cosas, quizás lo valorarían más. Aún así tampoco culpo al otro, porque al final entiendo que una obra de arte se debe de entender por sí misma.
Pienso que si Suite Soprano hubiese salido en esta época, proporcionalmente hubiese tenido mucho más impacto
Pregunta: ¿Algún secreto del disco que nadie sepa?
J.M: ‘Nana de escarcha’ tiene una anécdota. Siempre que íbamos a grabar, habían ovejas y una de las veces que volvimos, no había ni una. Resulta que había bajado un lobo y se las había comido a todas. Esa canción la compusimos a las dos de la mañana con una niebla brutal mientras veíamos los huesos de los ovejas. Todo esto lo extrapolé y en el tema, hablé de alguien que está acabado haciendo referencia a amigos que se han perdido en la vida por la droga o por otros motivos. A veces nosotros también somos esos corderos.
Pregunta: Ya son casi siete años desde que Suite Soprano os separasteis, ¿piensas que las calles han olvidado el calado del grupo y ya piensan exclusivamente en Juancho Marqués?
J.M: Tengo la sensación de que cuando lo vivía no sentía que hubiéramos tenido tanto impacto como lo noto ahora. Cuando sacamos ‘Domenica’, no sabía si lo que habíamos lanzado funcionaría y ahora la gente te lo pone como disco de culto o uno de los mejores discos del rap y los fans siguen tatuándose cosas.
Fuimos a México y la gente nos preguntaba hasta por Kaplan, que es nuestro DJ, y me decían que por qué no rapeaba más, algo que no me preguntan jamás en España. Todo el mundo que vino conocía Suite Soprano.
Me sorprendo de que tal vez esto tuvo un impacto del que no hemos sido conscientes, y en un contexto donde costaba mucho más hacerse viral. Pienso que si Suite Soprano hubiese salido en esta época, proporcionalmente hubiese tenido mucho más impacto.
Pregunta: Y hablando de ‘Domenica’…
J.M: Es una etapa de mi vida a la que le tengo mucho cariño que me hizo crecer. El otro día hablamos de reeditar el disco de ‘Domenica’, algo que los fans piden a diario. Hemos hablado de sentarnos a ver si podemos sacar algo corto como Suite Soprano.
Pregunta: Suite Soprano se separó para probar individualmente, pero ahora mismo prácticamente estás en un grupo por todas las personas que llevas contigo, planteándote que tal vez deberías haber escogido otro nombre. Realmente no está siendo un camino en solitario. ¿Por qué sentiste que se debía dar ese final de grupo?
J.M: Teníamos factores limitantes. El primero que vivíamos lejos, limitaba mucho el poder trabajar. El segundo, a nivel sonido, yo tenía una aspiración de aprender a moverme en sonidos diferentes. Si estás trabajando en un grupo donde hay un producto más definido, esto te limita. Además, Sule es más rapero al uso.
Pero, es cierto que para mí la concepción del trabajo en grupo es fundamental. Yo no soy lo que soy por mí solo, soy gracias a la gente que me ha acompañado y me sigue acompañando. No me gusta hablar del proyecto actual de forma individual, porque no lo es.
Pregunta: ¿Qué le falta por conseguir a Juancho Marqués?
J.M: Soy ambicioso, pero no tengo sueños como tal. Ya creo que estoy viviendo el sueño de dedicarme a la música. Ahora tengo el cache más alto de toda mi carrera y gano menos que en los últimos cinco años por la propuesta artística que estoy llevando. Lo que me jode es que se queden las ideas a medias, así que si me preguntas por un sueño es poder materializarlas todas.
Pregunta: ¿Nos puedes adelantar algo del Summer Series?
J.M: El primero sale el 14 de agosto, en mi cumpleaños, como años atrás. Lo demás no lo tengo definido, porque ahora mismo cuento con cuatro bocetos de los cuales tres son colaboraciones. El miércoles he quedado con un artista canario para hacer otro. Es como cuando el entrenador hace el equipo de fútbol y no tiene claro a quién va a sacar hasta el día del partido.
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