Diferentes estudios explican que el retorno de las tendencias no es solo una cuestión racional del mercado, sino un reclamo emocional de los consumidores
En la mitología griega, el ave fénix vuelve a nacer gracias al resto de cenizas que dejó su cuerpo anterior, es el mismo, pero cambia para adaptarse. Con la moda pasa algo parecido. Las tendencias fluyen cíclicamente a lo largo del tiempo, un proceso que las muestra en un círculo giratorio, dando la sensación de constante ida y vuelta. No obstante, su comportamiento se asemeja más al de dicho animal mitológico, ya que las modas realmente mueren, y la sociedad “decide” resucitarlas.
Un entrecomillado en el verbo “decidir” que no es casual, puesto que nadie escoge deliberadamente qué prendas vuelven y cuáles no. Según las ciencias económicas, ese resurgir es causado por los comportamientos racionales del mercado, donde los juegos de la oferta y la demanda actúan para crear ese “efecto renacer” de las cosas. Sin embargo, investigaciones del campo social, aseguran que el ser humano es nostálgico por naturaleza, lo que provoca esa resurrección en todo aquello que las personas podamos extrañar: ropa, accesorios, cosmética, juguetes, hábitos, amores, y una larga lista de etcéteras.
Además, se trata de una nostalgia social que, una vez reaparecen las tendencias, genera en los consumidores un efecto de sorpresa o de desconocimiento en las generaciones más jóvenes, o al menos eso expone un estudio de la Universidad Ramón Llull de Barcelona. Ejemplos de ello sobran a lo largo de la historia. Nadie contaba con el retorno de los pantalones campana, pero actualmente son el abc de cualquier armario de imprescindibles para seguir a la moda. Para las personas que vivieron su auge en los 70, sintieron esa vuelta a la juventud al poder probarse de nuevo aquellos vaqueros que marcaron una etapa clave en su vida. Mientras, los nuevos paladares saborean esta tendencia como nueva, pero con ese toque añejo, como si de un buen vino se tratase.
Por otra parte, una investigación de la Universidad de Rosario, en Argentina, evidenció que la necesidad de comunicarse a través de la vestimenta, es un hecho generacional y que se repite a lo largo de los años. ¿Qué significa esto? A pesar de las diferencias de contexto entre los 90 y la actualidad, los jóvenes de ambas etapas sienten la necesidad de gritar a su sociedad la incomprensión que viven, mostrando aquello que sienten mediante chaquetas coloridas con estampados o calcetines de estilo básquet por encima de los pantalones.
Al igual que la moda, el ser humano resucita, pero lo hace en valores y revoluciones. Somos los encargados de coger el testigo y respetar esa nostalgia que nos entregan las tendencias, reflejo de los gustos de aquellos que nos preceden. De esta forma, velaremos porque el fénix siga resurgiendo de sus cenizas, y que la moda no muera nunca.
Por:
Adrián Giménez Díaz