Aunque no podamos ver a nuestra querida Blair Waldorf por las calles de Manhattan, el reboot de Gossip Girl te dejará un buen sabor de boca
Los reboot no siempre son lo que nos esperábamos, de ellos podemos sacar tres conclusiones: volver a enamorarnos de su sabor, perder el apetito o quedarnos indiferentes ante los nuevos ingredientes. Y aunque cada reinicio puede dejarnos un regusto distinto, en todos buscamos esos pequeños guiños de aquella obra original que nos engatuso el paladar.
Manhattan llena de vida donde la moda, los amores y las aventuras tenían cabida. Así conocimos a Gossip Girl y a la reina cotilla, la cual aún de forma digital podríamos decir que se mostraba más analógica que la nueva era. Con el reboot no vemos una limpieza de cara, más bien se trata de una actualización. Instagram, se alza como la plataforma de exposición donde la gran observadora comenta y explota cada secreto de la élite, grupo más inclusivo en cuanto a estereotipos.
HBO MAX nos trae esta primera temporada cargada de ocho episodios, en los que podremos ver a nuevas caras las cuales no eran tan conocidas. Sin embargo, cuenta con los productores originales , Josh Schwartz y Stephanie Savage, y el director de vestuario Eric Daman.
Espíritu de viejos personajes en nuevos rostros
La principal esperanza/demanda del fandom era que no se perdiera la esencia, así como la personalidad de sus protagonistas. Sin duda, Gossip Girl nos dejó personajes icónicos como Serena, Jenny o Blair, mujeres fuertes con emociones reales, miedos, sueños, fracasos y sobre todo, con mucha luz. La cual eclipsó y marcó como una de las series adolescentes más vistas.
La gran naturalidad y verdad que se exponía en cada episodio iba más allá que una simple trama, abordan temas a gran o pequeña medida para dejar a su público reflexivo y esta magia es la que busca trasladarse en el reboot. Desde el primer episodio podemos observar de forma indirecta una crítica a las redes sociales, debido a su falta de control y gran exposición. Enseñándolas como lugares donde solo importa cuán feliz eres, si tu pareja está para la foto o si el vestido no lo repite tu archienemiga de insta.
Para exponer esta crítica la serie ofrece distintos personajes con diversos roles en la plataforma, desde una influencer hasta una experta en marketing. Cabe destacar que cada protagonista cuenta con una cuenta en Instagram, con el objetivo de hacer partícipe a la audiencia. Como si se tratara de vidas reales.
Asimismo, este reboot busca romper con los ya comentados estereotipos así como roles de género. Ofrece relaciones menos “normativas”, con una mayor inclusión tanto de raza como de identidad sexual. Sin duda una actualización de la original, adaptada a este tiempo pero con las vibras de viejos personajes.
Podemos observar la esencia de Chuck Bass (Ed Westwick) en Max Wolfe(Thomas Doherty), así como de Blair Waldorf (Leighton Meester) en Audrey Hope (Emily Alyn Lind). Pero también vemos nuevos personajes con una fuerza muy genuina, como es el caso de Julien Calloway (Jordan Alexander) cuya personalidad está llena de capas pero acabas saboreando un buen corazón.
Por:
Esther Gallego