La reciente serie de HBO trata una gran parte de los temas de mayor actualidad en los jóvenes, de una forma atrevida pero fácil de ver. En estos 8 capítulos qué conforman la primera temporada se va conociendo poco a poco a todos los personajes que crean el grupo de amigos del instituto. No se trata de los típicos jugadores de rugby de las series americanas o de la chicas pijas y populares, si no el colectivo queer y más liberal de la zona, qué refleja muy bien una gran parte de la Generación Z.
Sin embargo, la historia no encasilla a este grupo como los marginados o los raros, ya que en todo momento los adolescentes son vistos como eso, adolescentes que están descubriéndose a ellos mismos. Además se resalta la importancia de las etiquetas en este caso para su mayor visibilidad, pero no solo siendo estas etiquetas la única trama del personaje.
A pesar de algunas comparaciones con Euphoria, es una serie mucho más relajada que no trata tan profundamente estos temas sino que con cierto humor y reflexiones acordes a este tipo de edades, genera un pequeño universo para los espectadores que se puedan sentir identificados y disfruten sin que todo sea un drama.
Generation es una serie que da esperanza a los jóvenes, que muestra la diversidad sexual, de género, de raza y de clases para crear un espacio de pertenencia. Pero sobre todo Generation es una serie real que cuenta la nueva normalidad de los jóvenes, y lo que antes era raro y discriminatorio ahora coge más fuerza y valor que nunca.
Cada capítulo ahonda un poco más en la trama que se desvela justo al principio, y en las subtramas de cada personaje con cierto estilo a series como Skins. A pesar de que todos los personajes tienen su importancia la voz cantante la lleva Chester, al primero que se conoce un poco más en la historia. Protagonizado por Justice Smith, es un chico negro y gay que desata un poco las reglas del binarismo y que es constantemente amonestado en el instituto por no vestir de la manera “correcta”. Por otro lado, se encuentra Nathan (Uly Schlesinger) un joven con una familia más conservadora y adinerada que empieza a investigar en su bisexualidad y su hermana Naomi (Chloe East) que trata el conflicto de la virginidad.
Se suma a este elenco Greta (Haley Sanchez), una mexicana que vive con su tía y que está secretamente (o no tanto) enamorada de otra chica. La fotógrafa del grupo es Riley (Chase Sui Wonders), caracterizada por tener muchísima personalidad y parecer a simple vista muy segura de sí misma e independiente. Delilah (Lukita Maxwell) es una joven activista con las ideas muy claras y que está apuntada a un sinfín de clubs de ecologismo, feminismo y derechos. Con un humor bastante negro se encuentra Arianna (Nathanya Alexander) hija de dos padres homosexuales. Estos y unos cuantos más son los protagonistas de crear una historia que habla del aborto, la soledad, la dependencia emocional, etcétera.
Puede que una de las claves para haber acertado totalmente en la mirada de los adolescentes de hoy en día es que la serie haya sido creada por un padre y una hija, Daniel y Zelda Barnz en el guion. Además, el otro padre, Ben está como productor. La chica empezó a escribirla con la edad de los protagonistas, por eso conoce el lenguaje, las tendencias y como conectar con este público. Además Lena Dunham (Girls) ha sido la productora de esta temporada, por lo que su toque reivindicativo y su visión también han quedado reflejadas aquí.
Todo esto junto con una banda sonora que mezcla la música de actualidad con grandes temazos, los tonos y filtros que crean toda la estética de la serie y unos planos sacados de Pinterest, hacen que esto no sólo sea una serie para jóvenes si no algo creado para que ellos se sientan en su lugar, comprendidos, escuchados y hablando un mismo idioma.
Por:
Alma Cremades Martínez