La gran apuesta por avanzar hacia un futuro más verde por parte de las marcas de lujo queda cada vez más patente en la actualidad.
Muchas son las marcas que incorporan términos tales como “sostenibilidad”, “moda ética” o “slow fashion” en su ADN corporativo. Un claro ejemplo de ello es LOEWE, que desde 2013 empieza a sumar logros y a desarrollar actividades con el foco puesto en el medio ambiente. Período de progreso en el que la firma publicaría su primera Memoria de Sostenibilidad.
Aunque percibían que quedaba mucho por emprender en este asunto, ya tenían una hoja de ruta con una detallada clasificación de personas, procesos y resultados.
La Consejera Delegada de LOEWE en ese momento, Lisa Montague, fue una de las primeras en consolidar la visión global de la empresa como firma de lujo internacional.
Montague era consciente de la imperativa necesidad de impulsar y priorizar la sostenibilidad en la industria, y empezó por cambiar la denominación del departamento, asignado como “de Calidad”, evolucionando a “Calidad y Sostenibilidad” en el que investigarían las mejores prácticas y optimizarían los procesos de creación, entre otros aspectos similares.
“Un líder empresarial en el siglo XXI debe actuar bajo el enfoque de la sostenibilidad ya que es vital para un negocio, independientemente del sector en el que se encuentre”.
Lisa Montague , Consejera Delegada de LOEWE
“The Surplus Project”
El último proyecto de la casa de moda española se presenta como una iniciativa que acerca a LOEWE, un paso más, a la circularidad planteándose la reutilización de todos los materiales sobrantes de colecciones pasadas con el fin de conservar los recursos preciados.
El diseñador creativo, Jonathan Anderson funda un patrón entramado a modo de mosaico de color que eligió de primera mano, dando como resultado una estructura flexible que no deja indiferente a nadie.
Esta idea eclosiona en unos modelos nacidos de retales de piel reciclados en los que contemplamos una amplia variedad de diseños del famoso modelo de LOEWE, “Woven Basket” que recordamos apareció por primera vez en la colección primavera-verano del 2015.
Una cesta trenzada sostenible, que promete ser la estrella del verano, compuesta por cinco variadas combinaciones cromáticas: desde colores pálidos como el marfil y el verde aguacate, pasando por tonos azules acero y cristal, hasta marrones avellana y camel, todas ellas creando un efecto tablero.
Ahora bien, el motor del proyecto no reside únicamente en los materiales reciclados, pues adquiere suma importancia la artesanía en la que aflora esta nueva cohorte de ostentosos artículos.
Una artesanía que se entiende como un valor añadido de la marca y en efecto, significativo en la construcción de sus propios valores, porque como bien indica Enrique Loewe: “el verdadero lujo son las cosas bien hechas”.
En definitiva, la compañía de moda española ha vuelto a demostrar que sí es posible ser sostenible en el mundo del lujo, revisando y reciclando sus excesos de cueros y telas sobrantes, unos materiales que no imaginábamos que pudieran tener una segunda vida.
Así, “The Surplus Project” se consagra como uno de los proyectos más trascendentes de su historia como marca y, que indudablemente, tendrá un excelente impacto y alta aceptación por parte del público y el mundo de la moda.
Circularidad, creatividad e innovación: claves de su éxito
Este tándem de conceptos está siendo paulatinamente adoptado por más compañías de la industria de la moda, convirtiéndose en una tendencia que veremos reflejada en muchas colecciones de este 2021.
Este poder creativo e innovador que descubrimos en cada campaña publicitaria de LOEWE está forjando una imagen cada día más reforzada en los mercados del lujo que se mezcla con la artesanía española más tradicional, cuidando la producción desde el minuto cero.
Así es cómo alcanza la excelencia, con esa incansable capacidad de crear e innovar mediante enfoques vanguardistas que nunca dejan de lado sus clásicos, su tradición, su historia.
Por:
Ángela Martínez