Conciencia e implicación, estas palabras se encuentran en todas las etapas de una prenda de Le Bobu. Te propone reencontrarte con tu estilo personal y brillar, asimismo, quieren acercarte lo máximo posible esta moda considerada un privilegio. Alexandra Cherta es graduada en Administración y Dirección de Empresas, pero su afición siempre fue coser. Apostó por estas dos pasiones, creando Le Bobu, una marca slow fashion que nace por la sostenibilidad, y no al revés.
Pregunta: ¿Cómo nace la marca?
Respuesta: Es una idea que tenía desde hace años. La relación que tuve con la moda era mucho más especial que el simple hecho de comprar, ya que pensaba que quería coser, por qué o qué me había motivado a hacerlo. Cuando terminaba de hacer mis prendas tenía algo único y con una historia detrás.
Quiero que con mi colección la gente se lo pase bien, aunque sean fondos de armario no son los típicos aburridos. Todas las prendas están pensadas para sacarle el máximo partido posible, aunque tú serás quien le darás tu estilo y el toque final. Lo que nosotras buscamos es que la persona reconecte con su estilo personal, y en el momento que se encuentra esa identidad brillas de una forma muy especial.
P: ¿En que consiste la forma “circular de comprar”?
R: Me inspira mucho este concepto, cuando monté la marca no quería solo vender ropa aunque fuera sostenible, quería ofrecer algo más, dar más alternativas. La economía circular, alargar la vida útil de las prendas y sobre todo, cubre las necesidades.
La moda sostenible está considerada como un privilegio debido a su precio, entonces, al darme cuenta de que esta es una de las barreras pensé cómo puedo acercar la moda ética a todas aquellas personas que no pueden permitirse adquirirla. En Le Bobu queremos ofrecer alternativas, estamos pensando en el alquiler de prendas y cuando estas pasen un número establecido de usos serán marcadas como productos de segunda mano. Así alargamos la vida útil de las prendas y acercamos la moda lenta a cualquier consumidor.
P: ¿Consideras que muchas marcas se han subido al “carro del slow fashion” ?
R: No me cuadra a veces, pero puedo llegar a entender algunas cosas. Existe una fina línea entre la supervivencia de la empresa y/o hacer promociones o venderse. Siempre se juega en el límite, Le Bobu no hace descuentos porque queremos que nos compren porque necesitan esa prenda o la adoran.
P: ¿Cree que el consumidor ha cambiado, y por este motivo la industria se ha visto “obligada” a seguir su conciencia?
R: Creo que aún no ha cambiado, se trata de una moda pero no es un hábito. Claramente todo empieza como una moda y si encaja se convertirá en hábito, debemos lograr que la moda sostenible deje de ser una excepción para ser la norma.
Tengo que señalar que el consumidor no puede cargar con toda la responsabilidad de esta transformación, sí es verdad que cuando consumimos de acuerdo con nuestros valores nos sentimos bien.
P: ¿Cómo cree que se podría frenar el fast fashion?
R: Es muy difícil saber cuándo vamos a frenarlo si aún no sabemos identificar qué es slow fashion, hay quienes fabrican con pieles y pueden considerarse moda lenta porque es un tejido que dura. Nosotras en Le Bobu no compartimos eso. Pero también para poder saber cómo se frena esta moda rápida también tendríamos que saber definir qué es el fast fashion. El primer paso está ahí, y después hay que fomentar el origen y la calidad de los productos, utilizar tejidos que sostenibles, etc.
P: ¿Cómo es la producción en una marca sostenible?
R: Lo más difícil es el material, no producimos a escalas muy grandes ya que somos una empresa pequeña y nos gustaría trabajar con pre-order pero aún no podemos llevarlo a cabo. Y aunque trabajamos con stock lo hacemos con lo mínimo posible, para no generar residuos.
Asimismo, compramos tejidos que otras personas tira, así encontramos tejidos que no son tan básicos y fomentamos nuestra filosofía.
P: ¿Qué hace a Le Bobu diferente?
R: Por un lado, nuestro equipo, es muy especial. Todos los integrantes aportan cosas muy bonitas. En cuanto a mi rol, pocas veces encuentras a alguien en dirección que sepa de patronaje y que se vista de aquello que crea. Nuestra filosofía se mantiene siempre, no existen conflictos entre el diseño y los intereses de la empresa. Además de, nuestra cercanía así como la consciencia, todos los integrantes de Le Bobu consumimos slow fashion y no entendemos otra forma de consumo. Al final, la sostenibilidad está en el centro, este concepto nos ha hecho crear la empresa, no al revés. Creemos que el consumidor observa la coherencia que hay entre lo que decimos y hacemos.
Por:
Esther Gallego